Sillón dental sin equipo

El área de trabajo del dentista debe estar adecuada a sus necesidades y preferencias a la hora de realizar intervenciones, aunque algunas veces el espacio del que disponga pueda determinar algunas decisiones. También será necesario tener en cuenta al paciente, por ejemplo a la hora de crear un ambiente más o menos estresante.

En este sentido, la elección del sillón dental juega un papel importante. Cada profesional deberá tener en cuenta los pros y contras del equipo de trabajo principal donde se va a trabajar con el paciente, haciendo énfasis en si necesita la versatilidad de un equipo completo o si valora más un espacio diáfano y sin obstáculos.

Sillón dental con equipo o sin equipo

El hecho principal que suele determinar si es mejor un sillón dental con o sin equipo es el tipo de especialidad del profesional

Para ortodoncia, por ejemplo, no se suele necesitar el equipo del sillón dental, como los micromotores con piezas de mano o los contra ángulos. En su lugar se usan más instrumentos o materiales específicos de ortodoncia, que son independientes del equipo dental. 

Además, el dentista y, si es necesario, el ayudante, deben poder moverse alrededor del eje del paciente cómodamente y, como si el espacio fuese un reloj, necesita tener libertad para trabajar desde las 12, las 9 y las 15 respecto al paciente. Por lo tanto, en ortodoncia es más útil contar con un sillón sin equipo.

En el otro lado de la balanza nos encontramos con especialidades como la cirugía, en las que entra un elemento muy importante a tener en cuenta: la sangre. Para ella es muy útil  contar con un sillón dental equipado con aspiración y un sistema neumático que permita el uso de la turbina o el micromotor. 

Aunque en Estados Unidos es una práctica cada vez más habitual evitar equipar los sillones si no es necesario, en España se siguen usando equipos dentales completos. La comodidad de tener todas las herramientas a mano y el hecho de que en las escuelas se siga enseñando así condiciona a la hora de dar el paso hacia un gabinete con un sillón dental sin equipo.

Sillones y taburetes ergonómicos

La ergonomía es el otro gran punto a tener en cuenta a la hora de elegir los sillones (con o sin equipo) y los taburetes de tu gabinete. Las posturas que adquieren odontólogo y auxiliar determinan la eficacia y la fluidez de sus intervenciones, pero unos malos hábitos posturales también pueden provocar lesiones musculares, en articulaciones y en ligamentos del cuello, hombros y espalda.

La versatilidad también juega un papel importante en determinar si una silla es más recomendable que otra. Por ejemplo, hay que fijarse en si es posible pasar de un ángulo recto a convertirse en una camilla o cama plana. 

La capacidad de carga debería situarse alrededor de los 250 o 300 kg, así como ofrecer la mayor gama de accesorios posible, de manera que se pueda adaptar a las necesidades de cada profesional. En relación con este último punto, también hay que elegir un sillón simétrico, capaz de adaptarse tanto a usuarios diestros como zurdos.

No podemos olvidarnos de otro tipo de asiento comúnmente bastante incómodo: los taburetes. Hay que elegir aquellos que se adapten perfectamente a cualquier posición de trabajo, manteniendo una correcta postura de la columna vertebral y distribuyendo el peso corporal para prevenir el dolor ocasionado por la presión.

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