Implantes dentales menos traumáticos con cirugía guiada
Actualmente, la tasa de éxito en la colocación de implantes dentales, según los expertos, es del 97%, lo que sitúa este tratamiento como la mejor opción para reponer una o varias piezas dentales.
Sin embargo, uno de los temores que tienen la mayoría de pacientes cuando el odontólogo les plantea la necesidad de colocar implantes, es el dolor que pueden sentir después de la intervención.
Es cierto que las técnicas convencionales de implantes utilizan anestesia o sedación local y el paciente sólo siente el pinchazo inicial. Aún así, cuando la operación ha terminado y la anestesia pierde su efecto, el paciente sufre molestias en la zona, principalmente, porque se trata de puntos sensibles que no están acostumbrados a la presión a la que han sido sometidos. Además, en ocasiones, también aparecen inflamaciones.
En la actualidad, han irrumpido en el mercado nuevos avances tecnológicos que minimizan el dolor en este tipo de intervenciones. Su uso se está extendiendo, cada vez más, en las consultas dentales, sobre todo en aquellas especializadas en implantología. La principal novedad en tratamientos de vanguardia es la técnica de cirugía guiada mediante imágenes tridimensionales de Navident.
Este sistema es mínimamente invasivo, innovador, no necesita puntos y simplifica todo el proceso a través de una previa planificación por ordenador de la posición en la que se colocarán los implantes.
Tratamiento mínimamente invasivo
En primer lugar, la cirugía guiada por ordenador es una herramienta de planificación (una especie de estudio radiográfico o escáner oral) que nos da información tridimensional del hueso existente en la zona donde se van a colocar los implantes. En segundo lugar, este sistema guiado permite colocar los implantes en el ordenador de manera virtual.
Los pasos a seguir para desarrollar este proceso de cirugía guiada son:
- Realización de una Tomografía Axial Computerizada (TAC).
- Planificación del tratamiento sobre la imagen tridimensional en el ordenador.
- Toma del modelo de la boca del paciente.
- Confección de una férula o guía para localizar los orificios por donde deben pasar las fresas y los implantes.
- Por último, la intervención.
Esta técnica pionera permite colocar los implantes dentales sin realizar ningún tipo de incisión en la encía. Esto es así porque, en primer lugar, se realiza al paciente una TAC en 3D a través de la cual se obtiene una imagen en tres dimensiones del interior del maxilar del paciente. Uno de los aparatos más recomendables para realizar ese escáner tridimensional es Veraview X800 de Morita, ya que cuenta con una resolución totalmente nítida, su radiación es menos invasiva que la de una TAC normal (ya que funciona mediante CBCT) y permite tomar imágenes desde once campos de visión (FOV) distintos.
Con esta información, el especialista introduce los datos analizados en el ordenador y, gracias a este sistema de navegación dinámica, se generan reconstrucciones en tres dimensiones de la boca del paciente. A partir de aquí, el especialista puede simular la operación y colocar los implantes al paciente en la posición óptima para conseguir una estética y una función dental perfecta.
Esta técnica, médicamente, se conoce como cirugía mínimamente invasiva porque de antemano el especialista sabe dónde hay que colocar exactamente los implantes. Es suficiente con realizar un pequeño orificio en la encía por donde debe pasar el implante.
Posteriormente, se hacen las piezas dentarias que deben ir colocadas en el proceso de fijación de los implantes. Estas plantillas o férulas sirven de guía para ahondar en la encía sin tener que abrirla mediante una serie de orificios situados en la posición exacta de los implantes. Estos, permiten perforar la encía hasta llegar a la profundidad establecida.
La mejor alternativa a las técnicas convencionales
La cirugía guiada es la alternativa más moderna y efectiva respecto a las técnicas convencionales. Permite colocar los implantes dentales sin realizar ningún punto de sutura a través de esta reconstrucción tridimensional del diente del paciente. De esta manera, el especialista simula virtualmente la angulación exacta del implante que, posteriormente, se transferirá a la boca del paciente mediante la guía quirúrgica.
Así pues, antes de colocar el implante, el cirujano ya tiene todos los detalles de la información, su trabajo pasa a ser mucho más sencillo y se reduce considerablemente el tiempo de la intervención y de la recuperación del paciente. El sistema permite pasar de 2 a 3 horas de intervención (utilizando las técnicas convencionales) a 30 – 45 minutos (con la cirugía guiada).
A modo de comparación, la inflamación producida por los implantes mediante técnicas de cirugía convencionales puede durar hasta 2 o 3 días después de la intervención. Además, el sangrado en la zona se prolonga entre las primeras 24 y 48 horas, lo que obliga a colocar gasas sobre la zona afectada para obstruir el sangrado. En cambio, con el sistema de cirugía guiada de Navident, no hay necesidad de levantar la encía ni de dar puntos de sutura. Tras la intervención, el paciente sale de la clínica con los implantes colocados .
Este proceso, no tiene ninguna contraindicación médica que impida que ningún paciente pueda utilizar esta técnica. Indudablemente, está especialmente indicada para algunas personas, como aquellas que toman medicación anticoagulante o, por ejemplo, cuando hay que colocar muchos implantes o en situaciones complejas como la falta de hueso, etc.
Otra de las principales ventajas de esta técnica es que disminuye las posibles complicaciones que se puedan presentar durante la colocación de los implantes. De tal manera que, al ser una cirugía más rápida, el paciente tiene menor inflamación y dolor, aumentando su nivel de confort también durante el postoperatorio. El uso de los sistemas de planificación por ordenador es una realidad hoy y, en un futuro, ya será impensable colocar implantes sin este tipo de técnica.