La importancia de demostrar una correcta esterilización del material clínico
Recipientes cerrados herméticamente, embolsado de ropa contaminada, retirada de los elementos desechables, limpieza de suelos a doble balde, etc.
Estos son algunos de los tantos protocolos que se han de seguir en los quirófanos para mantenerlos limpios y seguros.
Según la OPS “Organización Panamericana de la Salud”, uno de cada 20 pacientes ingresados contrae una infección o enfermedad durante su estancia en el hospital, simplemente por el hecho de estar allí, lo que también se conoce como “Enfermedades nosocomiales”. Suelen ocurrir tras las 48h de su ingreso y no son exclusivas a pacientes, el personal y los visitantes también pueden contraer enfermedades nosocomiales o “IAAS”.
Lo que es preocupante, sin duda, es que en algunos países este hecho ocasiona incluso más muertes que el VIH y los accidentes de tráfico juntos.
Además las enfermedades nosocomiales suponen un gran aumento en los costes debido a la prescripción de medicamentos más caros y la estancia prolongada del paciente en el hospital.
Las causas por las que ocurren son diversas, siendo las infecciones nosocomiales más frecuentes en heridas quirúrgicas y en vías urinarias. Por ello podemos decir que existe cierto problema con la higienización y esterilización del espacio y el instrumental. Dado el alto número de personas que han sufrido enfermedades nosocomiales, nos hace cuestionarnos una pregunta: ¿Nuestro material está verdaderamente estéril?
Las intervenciones siempre implican un riesgo, y es innecesario añadirles otro problema más, sobre todo cuando este se puede evitar llevando a cabo un proceso de esterilización completo, y asegurándonos al 100% de que dicho proceso se ha realizado correctamente.
¿Cómo comprobamos una correcta esterilización del material?
El único método que existe hoy en día para demostrar con total fiabilidad la muerte biológica en la esterilización, es la propia muerte biológica a través de los indicadores, que contienen en su interior esporas y medio de cultivo.
El proceso es sencillo, una vez introducido el indicador en el autoclave solo hay que dejar que esterilice. El resultado, si se ha llevado a cabo correctamente la esterilización es que las esporas serán inertes y no crecerán en el medio de cultivo, con lo cual, este no cambiará de color, es decir, que estas esporas habrán muerto y por ende el instrumental estará correctamente esterilizado.
Expertos afirman que lo aconsejable sería realizar una comprobación una vez por semana, y en aquel material que vaya a estar en contacto directo con el cuerpo del paciente o con los fluidos de este, introducir en la bolsa de esterilizado un indicador aparte.
¿Cuáles son las infecciones o enfermedades más comunes que pueden transmitirse a través de material mal esterilizado?
Una de las enfermedades más frecuentes en hospitales y clínicas por el contagio a través de material no esterilizado correctamente, es la Hepatitis C. Aunque resulte común, la hepatitis C puede desencadenar síntomas muy molestos y peligrosos que atentan contra la salud del paciente, ocasionando también, cirrosis e incluso, cáncer de hígado.
Otras enfermedades que también pueden ocasionarse por material contaminado son la hepatitis B y el VIH. No obstante, nada más preocupante que la posibilidad del contagio de Ántrax por “Bacillus anthracis” en el mundo veterinario, donde suele estar más presente esta poderosa bacteria.
Con un índice de mortalidad del 92%, el Bacillus anthracis es un agente infeccioso de categoría A, lo que quiere decir que ostenta el máximo potencial para provocar un desastre mundial, hecho que se comprobó en el ataque terrorista con ántrax del 2001, en el que varias cartas fueron enviadas por correo postal con la finalidad de terminar en las manos de algunas famosas cadenas estadounidenses como el New York Post y de los senadores Daschle y Leahy. Estas cartas que contenían ántrax provocaron 5 muertos y 22 infectados.
Desde entonces existe un protocolo de actuación ante una liberación intencionada de esporas de Bacillus anthracis, o lo que es lo mismo, ántrax, el cual nos dice que “en caso de confirmarse la exposición a carbunco, las ropas y otras posesiones contaminadas deben ser incineradas o esterilizadas en autoclave”.
Sin duda, este proceso de esterilización contaría con todas las comprobaciones pertinentes, para evitar con ello la expansión de la bacteria y ocasionar un problema de trascendencia mundial.
Teniendo la solución de antemano y antes de poder llegar a problemas de esa índole ¿Por qué no darles a los indicadores biológicos el uso que merecen?
Recomendaciones de Tecnología para la Salud:
- Indicadores biológicos BT20: Folleto, página 59
- Indicadores biológicos de Bionova rápidos, súper rápidos y ultra rápidos: Folleto, página 62