Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo
Esta semana se ha celebrado la Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo, en la que participan los 28 Estados Miembros de la UE con iniciativas locales y regionales. Cada año, estas actividades promovidas por sindicatos, empresas, administración y otras entidades se enfocan en reivindicar la importancia de garantizar una correcta prevención de enfermedades y accidentes en el entorno laboral.
Este año, la Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo se encuentra enmarcada dentro de un contexto mundial diferente al de cualquier edición anterior: la existencia de una pandemia mundial. Es por ello que la mayoría de acciones que se han llevado a cabo se han enfocado en cómo prevenir la COVID-19 en el trabajo, con especial incidencia en los entornos sanitarios como las clínicas dentales.
Temor por la seguridad y la salud en el trabajo
Según una encuesta de SOS Group, un 84,4% de los trabajadores tiene miedo a contagiarse por COVID-19 en su actual trabajo o si tuvieran que volver a trabajar de forma presencial. Ese estudio, elaborado el pasado mes de agosto, ofrece otros datos significativos sobre la situación actual. Un 65,3% de los encuestados no confía en las medidas que adoptan las empresas, mientras que un 75,8% declara que el lugar en el que más teme contagiarse es en el transporte público de camino al trabajo.
La población también está preocupada por la estabilidad de su puesto de trabajo. Un sondeo previo al verano aseguraba que la mitad de los españoles tiene miedo a perder su empleo y que un 56% de los trabajadores estaba dispuesto a ceder parte de su salario de forma temporal para que su empresa no cerrara.
Medidas que puede adoptar una clínica dental
La Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo, teniendo en cuenta estadísticas anteriores y que todo indica que nos dirigimos hacia una “segunda ola” de contagios, debe servir a las clínicas dentales para reflexionar sobre si están haciendo todo lo posible para prevenir el contagio de sus trabajadores.
Purificadores de aire
A diferencia de la “primera ola”, ahora tenemos muchos más conocimientos sobre la naturaleza del coronavirus. La revista Science evidencia que la COVID-19 queda suspendida en el aire durante horas en espacios cerrados, atrapada en diminutas gotas de saliva y fluido respiratorio. La mascarilla evita que expulsemos esos aerosoles, pero en una clínica dental es inevitable que se generen fluidos en cada intervención.
Ventilar una clínica dental abriendo una ventana no es lo más recomendable y todavía menos cuando se acercan los meses más fríos del año. Por lo tanto, la solución pasa por usar un purificador de aire como Hygeolis o Air Manager 600S, que cuentan con filtros HEPA viricidas y bactericidas.
Atención odontológica a distancia
Sacarle el máximo partido a las nuevas tecnologías es fundamental para garantizar que en la clínica se respeta la distancia de seguridad, disponer de tiempo para desinfectar la consulta entre citas y seguir ofreciendo un servicio próximo y de calidad. Como te explicamos en esta guía sobre la atención en remoto en clínicas dentales, hay ciertas consultas que se pueden resolver usando recursos como las videollamadas, la página web, las redes sociales o incluso un chatbot.
De esta forma también se evita el desplazamiento hasta la clínica por parte del paciente o incluso del odontólogo, así como el riesgo de contagio existente en los desplazamientos en transporte público.
Llevar a cabo todas las medidas básicas de prevención y protección
Precisamente por ser medidas básicas hay que ser lo más estrictos posible en el uso de mascarillas, gafas protectoras y guantes de usar y tirar, además de otros accesorios recomendables como patucos y gorros desechables.
Tomarse la temperatura antes de ir a trabajar, así como tomarla a los pacientes antes de entrar en la consulta es fundamental, igual que no asistir a la clínica si se tienen síntomas compatibles con la COVID-19, como tos seca, cansancio o ausencia de gusto y olfato.
La desinfección de las superficies es otro factor que ha adquirido más importancia desde la llegada del coronavirus y debe realizarse diariamente con sistemas de máxima eficacia como Hygienio. Concretamente, es recomendable aplicar un desinfectante a alta presión en elementos como los aparatos, los sillones dentales o el mobiliario, eliminando microorganismos incluso en las grietas más recónditas.
Todo ello ayudará a crear un ambiente de trabajo seguro en cualquier clínica dental y, si se comunica correctamente, a mejorar la confianza de los pacientes tras la COVID-19.