Melanie Joyce es terapeuta dental desde 2010. Tras 6 años como enfermera actualmente trabaja en el Servicio Dental para la Comunidad en Bradford. También desempeña las funciones de secretaria de la Asociación Británica de Odontología Terapéutica y está considerada como una voz importante dentro de Ivoclar Vivadent.

Melanie cuenta lo complicado que resultaba años atrás realizar algunas tareas sin la ayuda de las lupas dentales: “Como enfermera dental siempre quise estar lo más cerca posible del paciente. Necesitaba un buen campo de visión para asegurarme de que estaba aspirando correctamente y para poder seguir de cerca el tratamiento que se aplicaba, algo que me interesaba mucho de cara a mi futura profesión. En ocasiones, el profesional al que asistía, bromeaba conmigo diciéndome que si me acercaba más me acabaría cayendo sobre el paciente, pero era la única manera de obtener la máxima visión posible de la intervención”, comenta.

Ya como terapeuta dental Melanie asegura que continuaba padeciendo las molestias que ocasionaba forzar la vista y mantener una postura inadecuada durante largas horas: “Ya como terapeuta dental me ocurría exactamente lo mismo, intentaba acercarme lo máximo posible al paciente para asegurarme de que mi campo de visión era completo, pero sentía que me faltaba luz, nunca hay demasiada luz para iluminar una boca que debes tratar. También mi espalda se resentía continuamente debido a una postura forzada, fue el factor que me acabo de convencer para probar las lupas dentales”, afirma.

Con la decisión tomada Melanie no tardó en encontrar un modelo de lupas con el que mejorar sus prestaciones en la clínica, convirtiéndolas en una herramienta imprescindible en el tratamiento de sus pacientes: “Asistí a una conferencia de la Asociación Dental Británica. En dicho acto encontré gran variedad de modelos, pero me decanté por unas Univet TTL Loupes Galilean. Debo reconocer que cuando llegaron a mi consulta en una caja metálica personalizada con mi nombre sentí la misma ilusión que un niño cuando recibe un regalo. Desde entonces y gracias al uso de las lupas dentales mi fatiga ocular ha desaparecido y he podido evitar las posturas incómodas que me provocaban molestias cervicales y de espalda”, explica.

Por último Melanie nos cuenta como el uso de las lupas facilita su trabajo como terapeuta dental: “Yo no había tenido jamás problemas de visión, de hecho en mis revisiones oculares mi oculista me decía que tenía una vista perfecta. Por ello no me había planteado antes utilizar unas lupas dentales. Pero una vez las has utilizado te preguntas cómo has podido trabajar tanto tiempo sin ellas. Mejoran increíblemente la visión de tu campo de trabajo, incrementan la precisión en las intervenciones y te permiten mantener una distancia sobre la persona a quien estás tratando. Incluir unas lupas dentales en la aparatología de una clínica dental es sin duda una inversión más que beneficiosa para el doctor y para el paciente”, finaliza.